¿Qué es la valoración personal?

La valoración personal es la percepción de valor que tiene la persona de sí misma; de sus características físicas, psicológicas y espirituales que conforman su personalidad; la visión profunda de sí misma, su identidad.

Está basada en el concepto de sí mismo, en sus pensamientos, sentimientos y conductas.

La valoración personal influye en la manera de pensar, sentir y actuar, para enfrentarse a los desafíos que presenta la existencia. Puede ser positiva o negativa.

Es más o menos estable, ya que una parte se puede ir transformando a lo largo de la vida, en la medida en que vamos cambiando personalmente, y por los cambios de la cultura que nos rodea.

La valoración personal surge de la necesidad que tenemos en nuestro interior de que nuestra existencia tiene una finalidad y por ello es valiosa; y de la necesidad de amarse y ser amado, por lo que influye también la visión que los demás tengan de nosotros aunque no depende de ello.

¿Valoración personal o autoestima?

Aunque el término “valoración personal” es sinónimo del de “autoestima”, desde la Psicoterapia de la Reconciliación preferimos utilizar el término valoración personal, ya que “autoestima” puede tomarse como si dependiera de los logros alcanzados y por ello de algo que alcanzamos o adquirimos por sí mismos, cuando el valor personal es algo que se nos ha concedido por el hecho de ser personas, y no hace referencia solamente a sentirnos bien o que los demás tengan una buena impresión de nosotros.

¿Cómo saber si tengo una adecuada valoración personal?

Hay una recta valoración personal cuando tenemos una visión integral y adecuada de nosotros mismos, aceptamos nuestro ser de manera positiva teniendo en cuenta nuestro valor por ser personas y nuestras capacidades.

Persona con recta valoración persona: hay una armonía estable entre lo que cree, percibe, conoce y valora de sí mismo; se acepta tal cual es, se respeta y confianza en sí mismo, es auténtico, desarrolla sus capacidades y trabaja en las debilidades, regula sus emociones, procura tener una relación constante consigo mismo para conocer sus cambios y adaptarse a ellos, aprende de sus errores y afronta las dificultades, toma sus propias decisiones sin depender de otros, se relaciona con los demás de manera asertiva.

Persona que no tiene una recta valoración persona: hay recta valoración de sí mismo cuando hay soberbia, narcicismo, o por el contrario, sentimientos de inferioridad; se juzga y/o juzga los demás, se siente frustrado porque no hace lo que desea sino lo que otros quieren o hacen, no se adapta a sus propios cambios y a las dificultades que se le presenta, no acepta sus errores ni aprende de ellos, no asume sus responsabilidades, desconfía de sí mismo y de los otros, no identifica sus emociones ni las regula, no se relaciona de manera asertiva con los demás, no se siente satisfecho consigo mismo ni con los demás,

Por ello, esto implica humildad, tener una mirada objetiva y honesta de sí mismo, en la que aceptemos de manera gozosa de nuestras inmensas capacidades y reconociendo nuestras limitaciones,

Quisiera terminar este texto invitándote a hacer una lectura a tu vida y escribir cuáles cosas te gustan más de ti mismo, por cuáles te sientes agradecido y con cuales de los temas tocados te sientes identificado.

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