Te presento algunos de los estilos de comunicación y te invito a reflexionar sobre cuál es el estilo que prima más en tu comunicación cotidiana.
Los estilos son:
Estilo agresivo:
- Niega los sentimientos y derechos del otro, mediante culpabilización, insultos y otros comportamientos que dañan a esa persona.
- Antepone sus derechos a los de los demás.
- Controla a otros, crea conflictos e impone.
- Explosivo, autoritario, ofensivo, no acepta opiniones.
- Exige lo que desea.
- Provoca tensión y puede ser intimidante.
Estilo pasivo:
- No defiende sus intereses y hace todo lo que le dicen sin importar lo que piense o sienta al respecto.
- Deja que los derechos de los demás se antepongan a los suyos, permite que otros se aprovechen.
- Sigue a otros, evita conflictos.
- Conducta inhibida.
- Indirecto, reprime deseos, muy amable.
Estilo asertivo:
- Respeta los derechos de los demás y defiendo los suyos.
- Si tiene que decir que “no”, lo hace.
- Pide aclaraciones de las cosas.
- Se muestra seguro, adecuada valoración personal
- Demuestra que escucha y entiende hechos.
- Llega a acuerdos, viendo el hábito de “ganar -ganar”.
- Aporta y encamina las cosas para que sucedan, cumple objetivos.
- Se adapta al cambio.
- Honesto, directo, amable.
Además del estilo con el cual nos comunicamos también encontramos en este proceso otras dificultades, las cuales conocemos como barreras y son aquellas que nos dificultan la transmisión y comprensión de los mensajes entre el emisor y el receptor.
Pero, ¿cuáles son aquellas barreras que encontramos con mayor frecuencia en nuestra forma de comunicarnos? Algunas de éstas son:
- Oímos lo que esperamos oír.
- Tenemos posiciones diferentes.
- Evaluamos la información según la persona que nos la diga.
- Hacemos caso omiso de la información que contradice lo que sabemos.
- Las palabras significan cosas diferentes para personas distintas.
- Nuestro estado emocional condiciona lo que oímos.
- No sabemos la forma en que la otra persona ve la situación.
- Pensar que ese otro va a poder adivinar lo que uno necesita. Por ejemplo, cuando alguien pone cara de amurrado y espera que los otros le pregunten qué le pasó, en vez de contar lo que le sucedió y por lo cual está molesto o triste.
Para mejorar en nuestra forma de comunicarnos es importante que reflexiones sobre cúal es mi estilo de comunicación predominante y qué tan útil es para expresarme de manera clara, además, pensar qué barreras pongo o encuentro en las otras personas que hacen que el mensaje no llegue de la manera clara.
Si deseamos que nuestra forma de comunicarnos y expresarnos sea cada vez mejor y nuestros mensajes cumplan con el objetivo final debemos trabajar día a día en mejor las formas, intenciones y canales por los cuales nos comunicamos, entendiendo a nuestro interlocutor y adaptando nuestro mensaje.