Si nos vamos a la definición de la confianza podemos decir que es afín a la aceptación, amabilidad, afinidad, enamoramiento y caridad.
Pero la confianza también es la emoción que surge cuando creemos que somos capaces de actuar de manera adecuada ante una determinada situación, o que una situación no generará daño.
¿Tiene beneficios practicar la confianza?
Sí, tiene muchos beneficios para nuestra vida y también para las personas que nos rodean, ya que las cosas buenas que nos suceden también impactan en la vida de los demás.
Algunos de los beneficios son:
- Permite tener el control, a mantener el interés, y a permanecer en la situación que nos genera esta emoción porque nos sentimos bien, por ejemplo si siento confianza con una persona me motivará a fortalecer la relación.
- Nos ayuda a regular las otras emociones como el miedo o la rabia para reaccionar de manera adecuada ante las situaciones que las generan, ya que tenemos seguridad en nuestra capacidad para afrontarlas.
- Nos impulsa a ser más proactivos, a tener iniciativa, a comprometernos y ser más responsables con nuestra propia vida para fomentar el crecimiento personal.
- Permite la paz interior.
- Contribuye a mantener relaciones sociales estables.
¿Cómo se desarrolla esta emoción?
En el desarrollo de esta emoción influyen los vínculos afectivos que hayamos tenido, siendo primordial la seguridad que nos brindaron nuestros padres o cuidadores a lo largo de la vida, especialmente en los primeros años.
Así que el tipo de relación que tengamos con los demás y con nosotros mismos, depende en gran parte del tipo de relación que hayamos tenido con ellos; por ello, si te cuesta confiar en ti mismo o en los demás posiblemente es porque tus padres no te brindaron la seguridad suficiente.
Pero la buena noticia es que aún la puedes desarrollar, recibiéndola de otras personas cuando te reconozcan, te aprecien o te brinden seguridad, o incluso de ti mismo.
¿La confianza en exceso es mala?
El exceso de confianza puede ocasionar que la persona no vea la realidad de manera objetiva, generando que no tome los cuidados y prevenciones necesarias y asuma demasiados riesgos que la perjudicarán porque sobrevalora sus capacidades, sintiéndose superior a los demás. Por lo que es importante observar la realidad desde una perspectiva más objetiva y actuar con base a esa reflexión.
De igual manera, la búsqueda excesiva de mantener la confianza puede llevarnos a quedarnos con aquello que nos genera sólo comodidad, que tenemos control o es conocido, generando irónicamente aún más inseguridad; impidiendo que asumamos retos, emprendamos nuevos caminos o vivamos nuevas experiencias que también nos beneficiarían.
Por esto, es necesario recordar, que como cualquier otra emoción, la confianza no puede permanecer siempre con nosotros, porque es necesario experimentar todas las demás emociones.
La confianza en sí mismo
La confianza sirve para regular el miedo, especialmente en la etapa de la infancia y la adolescencia, que es el momento en que nos enfrentamos a una realidad más externa al contexto familiar, por lo que es importante que los padres le transmitan seguridad, que tiene las capacidades para actuar de la mejor manera en cada situación que se le presente.
Por otro lado, la confianza en sí mismo, requiere que tengamos una recta valoración de nosotros mismos, de conocer nuestras capacidades y debilidades, nuestros desaciertos y logros, de aceptarnos y amarnos tal cual somos, comprender y confiar en lo que pensamos, sentimos y hacemos; ser persistentes y disciplinados en aquello que debemos hacer para alcanzar nuestras metas.
Beneficios
- Favorece el rendimiento cognitivo y con ello mejores habilidades para la resolución de problemas.
- Exponer con seguridad nuestras ideas y aquello con lo que no estamos de acuerdo.
- Permite confiar en los demás.
Por el contrario, la desconfianza total es generada cuando nos comparamos constantemente con otros, por ello es importante entender que cada uno es único y valioso.
Para comprender un poco más este tema te recomiendo el libro La paz interior de Jacques Philippe.
Confiar en el otro
Sabemos que la confianza es fundamental para mantener cualquier tipo de relación, sin embargo, ciertas experiencias del pasado nos pueden llevar a desconfiar de los demás, muchas veces sin una razón lógica, generando juicios previos sobre ellos, y no desarrollar relaciones más cercanas. En este caso, es conveniente preguntarnos “¿es lógico lo que estoy pensando?” o “¿qué evidencia tengo a favor o en contra de esto que pienso?”.
Asimismo, para fomentar la confianza en necesario desarrollar la sinceridad, la credibilidad y la reciprocidad en todas nuestras relaciones, confiar en las personas más cercanas a nosotros, abrirnos y hablarles sobre nuestras emociones y sentimientos, lo cual permitirá que tengamos una mejor comunicación con los demás.
Claves para aumentar la confianza
- Trabaja en el conocimiento personal.
- No te compares con otras personas, recordar que cada uno es único y valioso. Acéptate tal como eres.
- Reconoce cuando haces algo bien o cuando alcanzas una meta, así como valorar cuando otros lo hacen.
- Acepta los reconocimientos positivos que los demás nos hacen.
- Expresa tus sentimientos y pensamientos, y di “no” cuando lo desees.
- No veas los errores como un fracaso sino como un aprendizaje.
- Recuerda que aunque alguien te haya lastimado no quiere decir que todos lo harán.
- Practica la asertividad y la gratitud en tus relaciones interpersonales.
- Toma decisiones, previamente analizando sus ventajas y desventajas, pero también asume ciertos retos.
Si quieres continuar profundizando en este tema, te recomendamos el libro “Creciendo en la valoración personal día a día.”