La asertividad la conocemos como la habilidad social que consiste en actuar teniendo en cuenta los propios derechos para defenderlos y respetando los derechos de los demás. Gracias a la asertividad se puede comunicar lo que siente y piensa de manera adecuada, siendo auténtico, sabiendo colocar limites cuando es necesario y diciendo “no” cuando lo desee de manera tranquila.
¿Por qué es importante?
Necesitamos de una buena comunicación.
Comunicarnos en forma sana con quienes convivimos diariamente es la base de una buena relación, especialmente en el ámbito familiar es fundamental que todos los miembros puedan expresar sus necesidades, emociones y expectativas y que éstas sean escuchadas y satisfechas por otro miembro de la familia, sin temor a ser rechazado o no ser considerados por los demás.
Al hacer explícitas estas necesidades se establecen relaciones más claras y eficientes.
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Por lo tanto, la comunicación asertiva nos permite tener relaciones más sanas con las personas que nos rodean, ayudándonos a vivir la virtud y la reconciliación en nuestra vida cotidiana.
También nos ayuda en la aceptación propia al aceptar mis sentimientos y saberlos expresar, y de esta manera también facilita la aceptación del otro, desarrollando la empatía.
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